Cómo editar libros de arte en tiempos de ebook

Entrevistamos a los bahienses Gustavo López y Carlos Mux sobre Ediciones Lux, uno de los sellos ganadores del Concurso de Proyectos Editoriales del FNA. Vanguardistas en la edición de poemarios, ahora enfrentan el desafío de "construir" libros-objeto que reinventen la experiencia de leer.

Dibujo de Washington Cucurto (detalle)

Gustavo López y Carlos Mux llevan 20 años editando a poetas argentinos y latinoamericanos en Bahía Blanca. Primero lo hicieron a través de la revista VOX y luego mediante la editorial del mismo nombre, considerada de vanguardia y de culto por autores. Su catálogo –que finalizaron en 2015- contiene muchos de los nombres más representativos de la poesía de los años 90 a hoy, tales como Sergio Raimondi,  Laura Wittner, Gabriela Bejerman,  Mario Ortiz, Roberta Iannamico y Washington Cucurto, con quién además comparten el interés por la reproducción artesanal.

Este año, con su nueva colección LUX, fueron uno de los tres seleccionados en el Concurso de Proyectos Editoriales del Fondo Nacional de las Artes. El certamen está dirigido a editoriales independientes de la Argentina y este año hizo hincapié  en la coedición de libros de arte, novelas gráficas e historietas.

“Este proyecto lo 'craneamos' con Carlos Mux, con quien gestionamos y llevamos adelante VOX, un trabajo que nos acercó como amigos y compañeros y nos permite seguir entusiasmados con el 'chifle' de hacer libros e impulsarlos hacia los lectores”, explica Gustavo López.

LUX editará cuatro libros-objeto, compuestos por textos y trabajos visuales (grabados, dibujos, collages) producidos por un mismo autor, procurando así un ensamble de lenguajes en cada disciplina. Alberto Passolini, Washington Cucurto, Sandro Pereira y Alfredo Prior proporcionarán los primeros títulos a editar.

— ¿Por qué se seleccionaron a esos cuatros autores para el proyecto editorial?
— En verdad seleccionamos artistas amigos, cuya obra nos interesa y con quienes deseamos juntos trabajar en la construcción de un libro. Salvo el de Sandro Pereira, que se centrará en la intensidad de sus dibujos y textos de otras personas, los de Cucurto, Prior y Passolini tienen, además de dibujos increíbles, textos literarios propios inéditos. Pensamos seguir el catálogo con otros artistas amigos con quienes ya hemos comenzado las charlas: Claudia Fontes, Natalia Lipovetzky, Elba Bairon, Daniel Joglar, Marina De Caro y Tulio De Sagastizábal.

— En tiempos de ebooks, ¿por qué decidieron editar libros-objetos?
— Desde hace varios años estamos con el berretín de pensar que los ebooks son un mejor vehículo para transportar el texto editado al lector. Ágil, directo, en la pantalla; cualidades imbatibles. El libro físico liberado de esta función principal puede permitirnos mayor experimentación e indagación en su potencia material y sensorial. Hacia ese terreno vamos.

— ¿Qué aceptación tienen este tipo de libros entre el público?
— Recién estamos comenzando, pero las pocas devoluciones que recibimos de los libros son muy alentadoras, las ediciones gustan y sorprenden por su factura. El público lector a quienes nos dirigimos somos nosotros mismos, digamos que tratamos de complacernos como lectores y partícipes de la experiencia de lectura y percepción del objeto libro. No estudiamos el mercado ni nada de eso. Pura intuición y agrado.

— ¿Cuáles son y cómo resuelven los problemas de ser una editorial independiente?
— Son múltiples problemas, la mayoría en relación a la pequeñez de estructura y escasez de recursos, pero esta liviandad nos permite más movimiento y libertad para ir hacia donde deseamos. No vivimos del proyecto, no dependemos de las ventas torrenciales para seguir editando lo que nos interesa antes de lo que nos conviene. Es una lógica que traemos de la experiencia de VOX y que, después de tantos años, aprendimos a valorar. Creemos que esa es nuestra potencia.

— ¿Cuáles son los aspectos positivos de editar de manera independiente?
— Hay muchos proyectos independientes, cada uno con su 'manija' y su intención. En nuestro caso creo que la ventaja está en la continuidad e interés que le damos a un título a lo largo de los años. No consideramos la cuestión de la novedad como algo central y que pasado el tiempo se va perdiendo el interés. Hay libros, pequeños poemarios que editamos en VOX hace veinte años y seguimos distribuyendo en las librerías que se copan y llevando a ferias, festivales, lecturas. El libro sigue teniendo para nosotros el mismo interés que cuando salió.

—¿Qué opinión tienen sobre este tipo de concurso?
—Para proyectos pequeños y frágiles como el nuestro son un empujón económico y refuerzan la visibilidad que se va teniendo. Es muy importante que las instituciones abocadas identifiquen las necesidades de las prácticas culturales que denominamos independientes. Digamos que dan atención a contenidos que por alguna razón las editoriales más grandes, que requieren cierto vigor económico, no se detiene. Es una escala muy necesaria la que procuran estos proyectos, para el fortalecimiento y desarrollo de un campo creativo cada vez más amplio y diverso.

Alberto Passolini
Sandro Pereira
Alfredo Prior
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