La bióloga que quería dibujar

Doctorada en Biología, pero dedicada full-time al dibujo, mediante una Beca Formación del FNA, Julia Rouaux viajó a Portugal para capacitarse en ilustración científica.

Gato de cabeza plana, gato andino, lince ibérico, manul y gato de las arenas, técnica mixta (tapa del libro Felinos Salvajes del Mundo).

De niña, en el campo de su Zárate natal, Julia Rouaux observaba aves y las dibujaba en su cuaderno bajo la mirada atenta de su mamá, bióloga, y su papá, un médico “con alma de naturalista”. Hoy, con 39 años, Julia es una dedicada ilustradora científica que no sólo logró combinar su pasión por el arte y la ciencia, sino que la convirtió en su profesión.

“La ilustración científica es una disciplina artístico-científica, que sistematiza y representa gráficamente la información que se desea transmitir para que sea interpretada por otros investigadores y el público en general. Cumple una función divulgativa, didáctica, de investigación y documentalista”, explica Julia, quien actualmente dirige talleres sobre el tema y trabaja para el sector editorial.

Julia estudió Biología en la Universidad de la Plata. “Se puede aprender a dibujar, pero para ser bióloga necesitás un título”, argumenta sobre su elección. En 2007, ni bien se recibió, se anotó en el curso “Introducción a la Ilustración Científica” que se dictaba en el Centro de Estudios Parasitológicos y de Vectores (CEPAVE), del CONICET y la UNLP. Luego se doctoró en Ciencias Naturales y viajó a la Universidad Nacional Autónoma de México para cursar un Diplomado en Ilustración Científica. Allí encontró “un profesor que venía de la rama del arte y era más naturalista que científico”, y que la alentó a seguir perfeccionándose.

En 2016, Julia acordó realizar una estadía intensiva en el Laboratorio de Ilustración Científica del Departamento de Biología de la Universidad de Aveiro, en Portugal, con el ilustrador y docente Fernando Correia como tutor individual. Para viajar necesitaba recursos económicos. Si bien conocía las Becas Formación del Fondo Nacional de las Artes (FNA), dudaba si su perfil sería considerado como artístico.

“La ilustración científica pocas veces está contemplada en las becas”, dice. Y continúa: “Es una disciplina que, al ser intermedia entre las ciencias y el arte, muchas veces es poco entendida”. Si bien se la reconoce como una herramienta importante para la formación y el trabajo del biólogo, no existe en el país una materia ni en las carreras de Biología ni en Bellas Artes ni como carrera universitaria especializada.

A pesar de sus dudas, la bióloga aplicó. “Me quedé shockeada y feliz cuando el FNA me dio la beca”, asegura Julia. La experiencia le permitió formarse en técnicas de dibujo y pintura tanto tradicionales -acuarela, acrílico y guache- como en arte digital.  Hoy aplica todo lo aprendido en distintas ramas de la biología como botánica, ictiología y herpetología y sabe que nunca dejará los lápices.

Abeja melífera, Apis mellifera, lápiz de grafito y tinta (2017). Fotos, gentileza Julia Rouaux.
Mariposa búho, Caligo sp. técnica mixta (2015)
Anfibio en proceso con óleos.
Julia en plena producción.
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