“La modernidad significa utilizar la libertad de recrear objetos con sentido estético para que sirvan a la vida doméstica y social”

Antonio Antonini fue elegido por el Fondo Nacional de las Artes para recibir el Premio a la Trayectoria Artística 2019 en la disciplina Arquitectura.

Antonio Antonini habla de su encuentro con la arquitectura a partir de la relación con su padre, de los primeros años en la universidad, y de su admiración por las obras de Le Corbusier, que explican gran parte de su búsqueda por la forma pura, el material en bruto que, aún manipulado, muestra su entidad propia.

Arquitecto graduado en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires, Antonini fue elegido por el Fondo Nacional de las Artes para recibir el Premio a la Trayectoria Artística en la disciplina Arquitectura.

En 1961, junto con Gerardo Schön y Eduardo Zemborain, fundó el Estudio Antonini-Schön-Zemborain (ASZ). Hoy sigue desempeñando allí −siguiendo una línea y pensamiento racionalista− junto a sus socios Juan Carlos Fervenza, Miguel Hall, Gerardo Schön, Guillermo Schön, y Sergio Antonini.

Entre sus obras se destacan el Estadio de fútbol y Complejo deportivo de Mar del Plata; el proyecto de la Estación Congreso de Tucumán de la Línea D; el proyecto del Centro Cívico Provincial de San Juan, Casa de Gobierno y ministerios; el proyecto y dirección del Centro Administrativo de La Plata; los Laboratorios ITEC y Roche Oficinas Centrales; el Plan de Escuelas para Bs. As.; la remodelación del área de Retiro, entre otros.

-¿Cuándo descubrió que quería ser arquitecto?

-Decidí ser arquitecto probablemente por la influencia de mi padre, quien fue también arquitecto. Entré a la facultad pensando en cosas que ya había adquirido junto a mi padre y su aproximación a la carrera. Su afecto por determinadas manifestaciones arquitectónicas y su amor por el arte −emociones de las que yo participaba−, probablemente hicieron que me decidiera por la profesión. Pero la verdadera vocación, la comprensión y el descubrimiento personal del movimiento moderno se definió en los primeros meses de la facultad. La propuesta académica de la modernidad mostraba una trama nueva, activa y creadora, que me sorprendió y me fascinó.

-¿En quién se inspiró?

-En ese momento leía mucho y viajé mucho. Me inspiraron Le Corbusier, Mies van der Rohe, también Frank Lloyd Wright, Andrea Palladio, Alvar Aalto, y algunos más jóvenes, como Hertzberger. Y por afinidad, y como decisión para profundizar un mensaje estético y desarrollarme en la arquitectura,  me impactó el episodio moderno y racionalista.

-¿Cómo construyó su profesión?

-Luego de recibirme, visité infinidad de obras de los arquitectos que a mí más me gustaban y los que no tanto, pero que también eran grandes arquitectos. Todo eso contribuyó a formarme en el mundo de la modernidad. Prefería las obras abstractas en contraposición con la naturaleza. Entonces empezamos en esa línea junto a mis socios originales, la misma que nos planteamos en el estudio hasta el día de hoy.

-¿Cuáles son las obras que más impactaron en su formación?

-Te diría que las de Le Corbusier. Las visité en Francia apenas recibido. Las dos obras que más me impactaron no son expresamente racionalistas, sino que son dos obras producidas por un genio: el Convento de la Tourette y la iglesia de Ronchamp. No son de una arquitectura muy sistemática, pero son de una genialidad realmente estimable.

-¿Qué consejo le daría a alguien que comienza el camino de la arquitectura?

-En cuanto a sus estudios tiene que comenzar aplicándose mucho en materias duras. Por otra parte, creo que es importante que sepa organizar una planta y darle sentido a los elementos que puedan ordenarla. Otra cuestión que me interesa es el corte y, por supuesto, la composición arquitectónica. La estructura no es una cosa que se pone después, sino que es algo que va apareciendo como un elemento ordenador del espacio y al mismo tiempo conforma los ambientes con una lógica que es de funcionamiento y de construcción.

Los jóvenes tienen que formarse y tomar contacto con lo que fue la arquitectura de tiempos pasados y sus hacedores. Los docentes deben inducirlos; fundamentalmente tienen que tirarle cosas al alumno todo el tiempo, de manera que éste se convenza o se inquiete. El objetivo es que, de alguna manera, termine de provocar un pensamiento más maduro respecto de lo que está haciendo y de lo que está aprendiendo. Eso me parece fundamental.

Si querés conocer a todos los ganadores del Premio a la Trayectoria Artística hacé click acá. 

Antonio Antonini, junto a Gerardo Schön y Eduardo Zemborain, fundadores del Estudio ASZ
Antonini junto a los actuales socios del Estudio ASZ: juan Carlos Fervenza, Miguel Hall, Gerardo Schön, Guillermo Schön, y Sergio Antonini.
(2009-2013) Estación Congreso de Tucumán Subterráneos de Buenos Aires; - Dirección de Diseño
(1975-1978) Estadio de fútbol y Complejo deportivo de Mar del Plata; - Coordinación del proyecto
login