María Rosa Lojo: "El sentido de la aventura es básico para cualquier persona que escriba"

En el Día del Escritor, compartimos una entrevista con la reconocida escritora e investigadora, premiada por el Fondo Nacional de las Artes en los inicios de su carrera, en la que brinda consejos a jóvenes escritores.



Entrevistada por el FNA, María Rosa Lojo, reconocida escritora e investigadora -becaria y premiada en los inicios de su carrera por el FNA-, brindó consejos a jóvenes escritores.

"Un consejo es que sean sinceros, que hagan lo que realmente quieren hacer porque nadie puede pensarse o proyectarse a futuro con una vida de impostura", subraya Lojo, doctora en Filosofía y Letras en la Universidad de Buenos Aires.

"¿Para qué escribimos? Yo siempre escribí para descubrir algo que no sé. No escribo desde un conocimiento previo: lo hago para aprender cosas del mundo y de mí misma", dice. Y continúa: 
"No me gusta repetirme. Me gusta que libros nuevos me muestren facetas nuevas de cosas que ya empecé a ver o me muestren cosas diferentes. El sentido de la aventura es básico para cualquier persona que escribe".

"Aconsejo no pretender vivir de la literatura. Aunque dé de mucho trabajo, creo que la mayoría de escritores tiene profesiones paralelas. La mía ha sido ser docente e investigadora. Es una gran liberación saber que el ingreso del que tenemos que vivir no depende de que tengamos el éxito en el mercado. Calvino ya lo decía y yo coincido: libera mucho. Sería desesperante la angustia de tratar de mantenerse fiel a una posición personal, una visión estética y, al mismo tiempo, tener la necesidad de agradar al público y que siga consumiendo nuestra literatura".

Ser fiel a sí mismo es clave para Lojo, quien tiene una vasta producción de novelas, cuentos, poesías, ensayos, críticas y artículos periodísticos. Su obra fue incluida en numerosas antologías y varios de sus textos fueron traducidos al inglés, italiano, francés y gallego. 

Entre sus novelas se destacan Canción perdida en Buenos Aires al Oeste (1987; Premio del FNA), Finisterre (2005) y Solo queda saltar (2018); entre sus cuentos, Marginales (1986; Premio del FNA), Amores insólitos de nuestra Historia (2001) y El libro de las Siniguales y del único Sinigual (2016); y entre sus poesías, Visiones (1984), Forma oculta del mundo (1991) y Esperan la mañana verde (1998).

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