Pequeño instrumento para romper moldes

Mariano Delledonne fabrica charangos eléctricos que son admirados y encargados desde diferentes países. Ganador de una Beca Creación del FNA, el lutier sabe que su creación genera debates. Y le encanta.

No pasaron ni cinco minutos desde que Mariano Delledonne abrió el estuche de su charango eléctrico y lo puso sobre una de las mesas del bar London City, ubicado a metros de Plaza de Mayo, para que dos mozos empezaran a merodear curiosos. La sutileza duró poco: no pudieron resistirse y enseguida se decidieron a preguntar por el pequeño instrumento.

Algo parecido sucedió cuando Mariano -ganador de una Beca Creación del FNA en 2016- participó de un FNA LAB, el laboratorio que organiza el Fondo en todo el país para que los becarios comenten los avances de su proyecto. La participación del joven lutier generó un especial interés por parte de los artistas, que pidieron escuchar el sonido del charango y disfrutaron pasarlo de mano en mano.

El charango eléctrico causa sorpresa tanto por su novedad como por su delicada belleza. “Hay charangos a los que se le dice eléctricos, pero tienen cuerdas de nylon. Este tiene cuerdas de metal, lo que implica la necesidad de un tipo de micrófonos similar a los de la guitarra eléctrica, pero adaptado. Además, las cuerdas de metal para este tipo de charango no existen; armo un encordado con cuerdas sueltas de guitarra eléctrica y acústica”, explica Mariano.

“También está lo estético -continúa-. A muchos les gusta porque parece una guitarra, pero chiquitita, y tiene maderas con vetas raras”. Generalmente, para los charangos el lutier usa plátano, nogal y guayacán. Alguna vez también ha utilizado ébano, pero esta madera suele preferirla para las guitarras clásicas que también fabrica.


Su primer instrumento

Un charango tradicional -que aún conserva- fue el primer instrumento que Mariano creó en el curso de lutería que tomó hace más de 15 años con el riojano Wayra Muÿoj.

A los tres años de estudiar puso su propio taller en La Plata, de donde es oriundo. Para esa época se había anotado en Antropología en la Universidad Nacional de La Plata. Si bien cursó toda la carrera, la alta demanda de reparaciones de instrumentos que ya recibía le impidió rendir los últimos finales. El proyecto quedó para este año. “Me pedían charangos eléctricos con cuerda de nylon y a una persona le ofrecí hacerlo con cuerdas de metal. Fue hace nueve años, pero recién ahora siento que resolví ciertas cuestiones del instrumento, como de ubicación de accesorios y micrófonos”, señala. Cierta inseguridad personal hizo que ese primer instrumento viajase directamente a Bolivia, de donde venía el pedido, sin mostrárselo antes a nadie en Argentina. El cliente quedó encantado y Mariano siguió adelante.

La beca del FNA fue para la construcción de 10 charangos eléctricos. Hoy recibe pedidos desde Estados Unidos (California, Kansas, Nueva York), de Ecuador, Bolivia y Chile, entre otros países. Mariano tiene uno ya listo para el famoso charanguista Jaime Torres. Y el año pasado le entregó uno al percusionista marroquí Brahim Fribgane, que acompaña en su actual gira a René Pérez (Residente).

La comunidad charanguista está dividida, opina Mariano. A algunos les parece “recontra novedoso”. Especialmente lo demandan los músicos que fusionan música andina con otras. “Son aquellos a los que les gusta probar con lo electrónico y nuevos sonidos”, dice.

“También están los tradicionalistas que no lo han probado, pero no les gusta mucho la idea -admite -. Pero eso me gusta. Porque que a alguien medio conservador le choque, quiere decir que estoy haciendoalgo nuevo.”

Siempre tras la innovación, ya tiene listo el modelo de otro charango eléctrico, más andino y geométrico. “Quiero combinar lo andino y urbano, porque esa es la realidad del charango eléctrico”, señala el lutier, que en 2014 recibió el Premio a la Excelencia en Artesanías, del World Craft Council de la UNESCO.

Sobre la cuestión de cuán genuino es un charango eléctrico, prima una visión antropológica: “No veo a las identidades como algo estático o una fotografía del pasado. Me invitaron de un colegio para el Día de la Tradición porque ven mi oficio como tradicional y les sorprendía que yo fuese joven (en los últimos años hay cada vez más jóvenes dedicados a la lutería). Me llamó la atención que en el colegio todos estaban vestidos de gaucho. Eso está muy bueno, pero la tradición también es lo que se está creando ahora. Lo nuevo, en todo caso, será la tradición del futuro.”


Galería de imágenes

Mariano durante su presentación en el FNA LAB. Fotos: Gentileza Mariano Delledone.
En los inicios de la fabricación de un charango.
Proyecto “charango eléctrico”.
Avances del proyecto.
El instrumento para Residente.
Miguel “Botafogo” Vilanova probó el charango eléctrico.
Mariano también fabrica guitarras clásicas. Su sello son el trabajo estético de las rosetas.
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