Jorge Fandermole, Marta Minujín, Diana Cabeza, Tununa Mercado, Josefina Piana, Antonio Antonini, Eduardo Balán, Jorge Goldenberg, Cristina Barnils, Graciela Galán y los artesanos José Acosta, René Castro, Bernabé Díaz, Genaro López y Leonardo Saravia fueron distinguidos este año.
En una noche copada por la admiración y la emoción, 15 referentes de nuestra cultura recibieron el mayor galardón que otorga en Fondo Nacional de las Artes. Se trata de los Premios a la Trayectoria Artística, con los que se reconoce "a quienes hacen un camino propio en el arte y dejan un legado que enriquece a la cultura argentina", según definió Mariano Roca, presidente de la institución.
El Gran Premio, que este año correspondió a la disciplina Música, fue para el compositor e intérprete rosarino Jorge Fandermole. "Tengo claro que todos mis logros personales siempre estuvieron vinculados a experiencia artísticas compartidas", dijo ante una audiencia de más de 350 invitados que coparon la platea del Teatro Nacional Cervantes. Fandermole también destacó la importancia del FNA en el apoyo a la formación de artistas y en la producción de proyectos de artistas de todo el país. "Yo mismo fui beneficiario de un programa de apoyo que me permitió terminar un repertorio con el que hice mi primer disco de producción independiente", dijo en referencia al disco Pájaros de invierno, de 1983. Tras su agradecimiento, hechizó al público cuando interpretó Canto versos, solo con su guitarra.
Marta Minujín recibió el Premio a la Trayectoria Artística en la disciplina de Artes Visuales. Vestida con un colorido overall y sus infaltables anteojos espejados, la artista señaló: "Por el arte lo he dado todo y lo sigo dando. Vivo cada día como si fuera el último. En el presente del presente, el pasado en el presente y el futuro en el presente. Siento ganas de crear y hacer nuevas cosas porque el arte me protege. Por eso hace 35 años que no voy a ningún médico". También recordó que, gracias a una ayuda del FNA, puedo financiar su primer viaje a París. Y agregó: "Las grandes obras las crean los genios locos, las ejecutan los luchadores natos, las disfrutan los felices cuerdos y las critican los inútiles crónicos".
La platea recibió con un aplauso cerrado a los cinco artesanos mascareros de la localidad salteña de Aguaray cuando subieron al escenario a recibir su premio. Llevaban consigo máscares chané, que son utilizadas en rituales cazadores y agrarios y cuya confección aprendieron desde niños. Entre emocionados y nerviosos, José Acosta, René Castro, Bernabé Díaz, Genaro López y Leonardo Saravia se turnaron para decir unas palabras. "Agradecemos en nombre de mi pueblo de Campo Durán y a Dios. Estamos contentos de ser artesanos originarios", dijo Saravia al tiempo que denunció la intromisión destructiva en los montes de donde ellos obtienen la madera de palo borracho, que es la materia prima de sus obras. "Están invadiendo nuestro territorio y pedimos el título de propiedad comunitaria", reclamó. A su turno, Castro deseó al público que en cada hogar "esté el espíritu de la naturaleza".
A su turno Jorge Goldenberg, quien recibió el premio en Artes Audiovisuales, expresó su contento: "Me reconforta como guionista que el premio a las Artes Audiovisuales me haya tocado a mí en tanto guionista. No es un premio a un director sino a un guionista".
En el ámbito de las Artes Escénicas, Graciela Galán, vestuarista y escenógrafa, obtuvo el premio en la disciplina Teatro. "Mi carrera de escenógrafa siempre deparó cosas maravillosas. No es una carrera solitaria porque me relacionó con otras artes y otros artistas", dijo. Por su parte, la maestra y bailarina Cristina Barnils, reconocida en la categoría Danza, subrayó que su vida "fue muy linda gracias a esta hermosa profesión".
Tununa Mercado, premio en Letras, destacó a su marido, el escritor y crítico literario Noé Jitrik. "Cuando era muy joven fue mi maestro y después mi compañero de toda la vida", dijo. La escritora y traductora también dedicó la distinción a Milagro Sala.
Al recibir su premio en la categoría de Arte y Transformación Social, Eduardo Balán, subrayó la importancia actual y el futuro que tiene el trabajo comunitario e indicó que este movimiento no viene a a decorar la democracia sino "a modificarla de raíz". En cuanto al FNA, expresó: "No hay muchos organismos a los cuales quienes queremos hacer algo artístico podamos recurrir. El primer material gráfico que hicimos como Culebrón Timbal, en 1993, lo pudimos imprimir gracias a un crédito del Fondo",
Josefina Piana, quien recibió el premio en la disciplina Patrimonio, también se refirió a la relevancia del trabajo en equipo. "Los que trabajamos en Patrimonio vivimos adentro de una adivinanza preguntándonos donde están la memoria y la identidad y cómo las cuidamos. No hay tarea individual en Patrimonio, es colectiva", expresó.
En una línea similar, Antonio Antonini, distinguido por su carrera en la Arquitectura, destacó: "En mi caso la trayectoria no debiera ser en singular sino el trabajo de un equipo de estudio que se inició en la facultad y hoy se renueva con la madura generación joven"
Diana Cabeza, distinguida en la disciplina Diseño, recordó cuando, de chica, en el bar de su abuelo observaba a la gente y aprendió que "él era un gran generador de lugares y que le daba la oportunidad a la gente de cumplir con los rituales urbanos".
Durante la ceremonia, que fue conducida por Juan Di Natale, se realizó un homenaje a la coreógrafa Ana Itelman, a 30 años de su muerte, con la presentación de un fragmento de una de sus coreografías, que dirigió Oscar Araiz. También se proyectó un fragmento de la serie "Arte y Letras en la Argentina" sobre el compositor Mauricio Kagel, como muestra del trabajo en conjunto entre el FNA y el Museo del Cine.
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