Detrás de las Becas

Reflexiones de Jorge Maestro, Director del área Audiovisual del FNA.


La mayoría de ellos no se conocían entre sí. Lo hicieron virtualmente, el 10 de Julio, a través de la plataforma del Zoom que en estos tiempos tiene la particularidad de convertirse en sala de reuniones, en salón de conferencias y hasta en mesa de café en alguna que otra ocasión. Conformaron el Jurado que iba a tener la responsabilidad de seleccionar entre tantos otros a los 15.000 postulantes que iban a estar en condiciones de acceder a las Becas Sostener Cultura II. Los convocados fueron personas vinculadas con la actividad artística. Comprendieron la consigna; estas Becas eran una ayuda excepcional dirigida a integrantes de la comunidad artística y trabajadoras y trabajadores de la cultura que tenían el objetivo primordial de acompañarlos en este momento especial que están atravesando.


Entre 11 de agosto, día que recibieron los formularios hasta el sábado 16 de agosto a las 23:59 trabajaron intensamente. Hubo consultas, dudas, intercambio de opiniones. Todo lo que un jurado suele hacer a la hora de tener que dar un veredicto. Sin embargo, esta experiencia fue distinta para los 77 que lo conformaron. En seis días esos formularios digitales que se recibieron fueron transformándose y corporizándose.


Entonces aparecieron paisajes, familias, personas, trabajos y sueños interrumpidos de uno de los sectores más afectados por la pandemia del Covid 19.


Y el espíritu de quienes tenían la inmensa responsabilidad de elegir a quienes iban a recibir esta ayuda, también.


El 17 de agosto volvieron a reunirse con la tarea cumplida. Volvieron a verse las caras, pero ya no eran desconocidos entre sí. Todos habían atravesado el mismo territorio plagado de necesidades y padecimientos. Y se pudieron escuchar palabras como las que siguen:


“Agradecer también el trabajo con mis compañeros. Yo era uno de los que escribía a las 12.30 de la noche y 10 min después me respondían. Nos sentimos muy acompañados, contenidos, guiados. Quiero recalcar que cada guía estaba cargada de amorosidad que para trabajar en este contexto es tan valioso. Las formas se vuelven valiosas”.


“Estoy acostumbrada a trabajar con gente necesitada, con artesanos, pero esto fue muy heavy. Porque tuvimos la constatación de que estamos pasando por un momento muy difícil como país”.


“Fue toda una conversación conmigo misma. Una de las cosas que noté fue la forma en que se daba a conocer la gente de AMBA, Rosario, Córdoba y la forma que se daba a conocer la gente más humilde, tan distinta. Había que descifrar esos pedidos”.


“La cantidad de presentaciones de todo el país. Me tocaron muchísimas de Jujuy, Salta, Tucumán, Formosa… eso es valiosísimo. Me conmovieron muchas cosas, pero quería destacar que un músico de Tucumán que presentaba un certificado de pobreza. Me partió”.


“Realmente fue la elección que nunca hubiéramos querido hacer. A quién ayudamos a comer, a pagar el alquiler".


“Estamos acompañando la subsistencia de las personas. Debe haber sido un trabajo monstruoso en sentido técnico para el FNA porque es un caudal de trabajo y características muy diferentes de las que está acostumbrado”.


“Estamos apoyando al trabajo y priorizamos al que más lo necesita. Entender lo cultural en un sentido amplio que incluye. Tomarlo como un trabajo, no sólo el que está al borde de la experimentación, pensar en la cultura como un trabajo va a hacerla hincarse mejor en un mundo mucho más amplio”.


“Para mí el tema de que tantos fueran del interior del país. Me tocó mucho. Músicos grandes, personas mayores que evidentemente trabajan en las peñas. Un mundo que habitualmente no vemos”.


“Los pibes, bailarines folclóricos de todo el país que están en un estado de informalidad, tanta gente joven. Tenemos que poder generarle futuro”.


“Nos merecemos pensarnos de nuevo federalmente y aportar todo lo posible a eso”.


“Me interpela ciertos prejuicios con los que me enfrente al principio con la primera evaluación. Después cuando revisé todo me di cuenta de que yo había cambiado, de que habría aprendido poco a poco a conocer e intimar con estos tipos que pedían nuestra atención”.


“Una artesana, cuando se le pide una acción de reciprocidad, ella puso, estoy dispuesta a hacer lo que sea, limpiar una institución, estoy dispuesta a hacer lo que sea. Creo que es algo que nos interpela. Tenemos que estar dispuestos a hacer lo que sea”.


“Gracias a los que nos acompañaron. El último día ya era un equipo que iba terminando de votar, todos unidos a la vez. Lo más importante es lo federal y darnos cuenta que esto es un paso inédito que  nos tocó”.


“Para mí fue un orgullo y estoy muy agradecido de haber participado de esta acción urgente, y no deseada de una de las políticas públicas de cultura más efectivas y rápidas. Un programa así no existía”.


“Es muy conmovedor poder hacer un contacto con gente que está tan lejos y tan cerca con su problemática. Fue una experiencia transformadora”.


“Es un honor para mí participar. Esta organización ridícula que tiene este país, este trabajo que hicimos también nos deja algo de un relevamiento nacional, de una red. Eso gracias  a la pandemia que hizo que todo sea virtual y tener información cierta de toda la argentina”.


“Yo también me siento becado. Ha sido una beca de formación. Poder tener este mapeo, conocer a los trabajadores de la cultura. Nosotros que somos operadores y gestores sabemos quienes están trabajando en la misma fila que nosotros y hasta hace poco no conocíamos, maestras alfareras, para mí este tiempo de haber podido conectarme, leer y conocer, constituyó un aspecto absolutamente formativo en lo que yo estoy haciendo”.


“Nosotros acá decimos que tenemos un ojo de insecto y un ojo de pájaro. El ojo de pájaro fue tremendo, porque el país está mal. Uno se iba a dormir con esas historias y se levantaba con esas historias. Quiero rescatar que sigamos trabajando con esta vista de insecto y vista de pájaro. Necesitamos el encuentro de las provincias. Que no hay un solo mostrador que trabaja en Buenos Aires. Celebremos, pero sigamos atentos, haciendo”.


"En esos casi 100 rectangulitos del Zoom, todo el Jurado, el Directorio del FNA, su Presidenta y quienes trabajan en el FNA compartimos un mismo sentimiento. Eran 100 rectangulitos que conformaban una isla en un país y en un día particular donde otros se cruzaban con sentimientos encontrados".


"Quizás la síntesis se encuentre en el aprendizaje de muchos, en la reflexión de otros, en el re pensar una y otra vez que los pueblos que no sostienen la cultura no tienen destino, así como los que no tienen memoria van camino a su propio funeral".


"Lo vivido en estos días también podrá leerse en otro nivel; el del amor, la solidaridad y el de la igualdad de posibilidades para todxs. Nos invitará a reflexionar si la Argentina que queremos es lo de siempre, lo que vemos y lo que nos cuentan o que la Argentina es mucho más que eso, dispuesta para todxs y no disimulada detrás de lo aparente".


Jorge Maestro

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