Llevando a cuestas su hogar, los circenses recorren nuestro país y a la vez circulan entre los distintos circos. Todos se conocen y mientras vivan en el circo no hay desarraigo.
Payasos, acróbatas y domadores suelen transmitir de una generación a otra sus sapiencias. Así resultan apellidos que se asocian a determinada profesión y el circo argentino cuenta hoy con su 4ta generación de artistas.
Estas fotografías son resultado de un año acompañando a estas personas en su amor por la profesión y pertenencia.