"Universos cercanos": una muestra de la prolífica actividad de los artistas argentinos

El 22 de marzo, a las 18 h, se conocerán los ganadores del Concurso de Artes Visuales 2018 del FNA y se dejará inaugurada una muestra con las 148 obras seleccionadas y premiadas en el certamen. Podrá visitarse hasta el 28 de abril de martes a domingos (y feriados) de 14 a 20 h, en Casa Nacional del Bicentenario. 

Universos cercanos - Exposición de las obras ganadoras y seleccionadas del Concurso de Artes Visuales 2018 del FNA.

  • Curaduría: Rosa Aiello (directora de Artes Visuales del FNA) y Gonzalo Maciel (artista visual y miembro de la Gerencia de Comunicación del FNA).
  • Casa Nacional del Bicentenario, Riobamba 985, CABA.
  • Desde el 22 de marzo hasta el 28 de abril.
  • Horarios: de martes a domingos (y feriados) de 14 a 20 h.
  • Entrada gratuita.


Por Rosa Aiello
Directora del Fondo Nacional De Las Artes


En el contexto de la conmemoración de su 60° Aniversario, el Fondo Nacional de las Artes implementó durante el año 2018, entre otras actividades, una nueva edición del Concurso de Artes Visuales. Su convocatoria, que contemplaba la presentación de Obras Bidimensionales, Tridimensionales y Fotografía, tuvo un alcance federal y contó con la participación de casi 3.000 artistas. Las propuestas llegadas de todo el país fueron evaluadas por un jurado, designado oportunamente por el FNA, e integrado por especialistas de reconocida trayectoria en el campo de las artes visuales, en cada una de las categorías mencionadas.

Dichos jurados, luego de la ardua tarea que implicaba la valoración de esa cantidad de presentaciones seleccionaron, en una primera instancia, 148 obras y, posteriormente, otorgaron 6 Premios de $100.000 cada uno y 14 Premios Estímulo de $ 30.000 cada uno, en las categorías y subcategorías establecidas en el Reglamento del Concurso. Todos los trabajos seleccionados como así también los premiados se exhiben, en esta oportunidad, en el amplio espacio que ofrece la Casa Nacional del Bicentenario.

Trazar una línea curatorial que permita un recorrido significativo y a la vez ameno en una muestra que alberga muchas y muy heterogéneas obras, no es una tarea de fácil implementación y se admite el riesgo de que resulte, seguramente, arbitraria.

Con estas premisas aceptadas y, sin perder de vista los contenidos semánticos y los lenguajes formales que caracterizan los trabajos a exponerse, se trató de no establecer profundos cortes que respondieran a los rubros consignados en el Concurso, sino que se aprovechó el común denominador de la calidad de las obras seleccionadas para, muchas veces, enfocar la mirada buscando agruparlas espacialmente según la relación de empatía visual generada entre ellas.

En ese sentido se intentó que, en esos núcleos, cada uno de sus integrantes -con el aporte de sus diferentes temáticas, técnicas o medidas- no perdiera su identidad sino que, por el contrario, se valorizara en una cercana relación estética con los otros. Resulta relevante consignar que se tuvo en cuenta fundamentalmente que cada obra es un microcosmos con características propias, con voces vibrando en determinados registros, es decir, un universo en sí mismo que, sin embargo, no se cierra dentro de sus límites, sino que se complementa al establecer lazos sinérgicos con su entorno.

Esta ecléctica muestra ofrece, entonces, la posibilidad de contemplar la fecunda actividad de nuestros artistas que nos aportan obras con modos de representación y ejecución ya instalados junto a propuestas experimentales, muchas veces audaces, que amplían sus campos específicos y combinan sus lenguajes con diversos patrones, sean éstos sonoros, lumínicos o cinéticos. Toda esta fértil ebullición es bienvenida; la celebramos porque ella nos habla de la potencia creativa vigente en los artistas pertenecientes a nuestra escena visual.

De este modo, el Fondo Nacional de las Artes mediante esta exposición materializa, una vez más, su misión constante de apoyo al arte argentino otorgando importantes premios y, además, posibilitando la exhibición de las obras de arte en un ámbito que se constituye, fehacientemente, como una vidriera calificada para la difusión y circulación de las mismas.

Hoy el FNA, replica su prolífica función ejercida durante los 60 años en los que estuvo presente a través de la adjudicación de múltiples beneficios en favor de los artistas, no solamente con el fomento de las artes visuales, sino abarcando todo el campo de las expresiones artísticas que promociona desde su creación y que reciben un tratamiento que, permanentemente y con amplitud de visión, respeta, reconoce y valoriza la presencia de sus mensajes culturales.

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